

Documentos revelan inquietud de Nueva Zelanda por buques de guerra chinos en el Pacífico
China hizo saltar las alarmas en Nueva Zelanda al enviar poderosos buques de guerra en misiones sin precedentes al Pacífico Sur sin dar explicaciones, según documentos militares obtenidos por la AFP.
Pekín lleva años ampliando su influencia en el sur del océano Pacífico, cortejando a las naciones insulares con nuevos hospitales, carreteras y generosas ofertas de ayuda climática.
Pero esa diplomacia ha ido acompañada cada vez más de demostraciones más evidentes de poderío militar.
Tres buques de guerra chinos navegaron por el mar de Tasmania, entre Australia y Nueva Zelanda, en febrero de este año, la primera vez que se avistaba un grupo de ese tipo en esas aguas.
"Nunca habíamos visto buques con esta capacidad tan cerca de nuestras costas, buques equipados para la guerra aérea, terrestre y marítima", escribieron funcionarios de las Fuerzas de Defensa neozelandesas en informes publicados en virtud de las leyes de libertad de información.
La flotilla incluía un destructor de la clase Renhai, uno de los barcos de guerra más avanzados del mundo y el "buque de combate de superficie más capacitado" de China, según los documentos.
Era solo la segunda vez que se veía en el Pacífico Sur un destructor de ese tipo, puesto en servicio en 2020, señalaron los funcionarios neozelandeses.
La primera incursión se produjo apenas unos meses antes, en octubre de 2024, cuando un Renhai atracó en la nación insular de Vanuatu.
"El gobierno chino no nos ha informado de los motivos por los que se ha desplegado este grupo de tareas en nuestra región", se lee en un informe de las Fuerzas Armadas de Nueva Zelanda de febrero.
"Tampoco se nos ha informado de cuáles son sus planes futuros", dijo.
Aunque tanto Canberra como Wellington subrayaron que el grupo de tarea chino actuaba dentro de los límites del derecho internacional, mostraron su descontento por su conducta.
Se vieron particularmente sorprendidos cuando uno de los destructores comenzó a realizar maniobras con fuego real bajo una ruta aérea muy transitada en el mar de Tasmania, lo que obligó a decenas de aviones comerciales a cambiar de rumbo.
A.Anderson--PI