

Carbonara y burrata, los deleites de los cardenales a la espera del cónclave
Pasta a la carbonara, burrata y escalope: a la espera del cónclave que debe definir al sucesor de Francisco, los cardenales se solazan con la cocina romana tradicional, fiel a sus gustos "sencillos".
En una animada calle cerca de la Plaza San Pedro, Federica Gianmmaria comenzó a recibir a sus primeros clientes para el servicio de mediodía.
"Llevamos 60 años aquí. Pertenecía a mi abuela. Los cardenales me vieron crecer", cuenta en la entrada del restaurante "Arlu".
"Vienen no solo porque se come bien, al menos eso espero, sino porque se creó una relación fraternal y familiar entre nosotros", añade, describiendo a los cardenales como personas muy accesibles que frecuentan su restaurante al mediodía.
Una humildad que, según ella, también se refleja en sus gustos culinarios. "Optan por platos sencillos" como la saltimbocca (escalope de ternera cubierto con jamón crudo, especialidad romana), la burrata o pasta a la carbonara.
A pocos metros de allí "Il Papalino", también recibe a numerosos cardenales, a quienes el establecimiento se compromete a ofrecer la máxima discreción.
"Vienen durante todo el año. Uno es un cliente habitual, pero no puedo mencionar nombres porque la discreción es esencial", explica Anna Maria Scialanga, que dirige el negocio familiar junto a su esposo.
Vienen "de Argentina y del norte de Europa (...) principalmente para cenar", indica, destacando la sencillez de los gustos culinarios de los cardenales.
"Piden nuestra cocina tradicional romana, que es una cocina popular", detalla, citando platos como "pasta amatriciana (con salsa a base de tomate, queso pecorino y carrillera de cerdo curada) o gricia (con pecorino, pimienta y carrillera de cerdo curada)".
"Como segundo plato suelen pedir saltimbocca a la romana, callos o rabo de buey", precisa.
A pesar de la cercanía del cónclave, en el que 133 cardenales estarán encargados de elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el 21 de abril, "se muestran reflexivos porque el momento lo exige, pero muy serenos", asegura.
- Cucurucho "Vaticono" -
Benito Cannizzaro, dueño de la pizzería Marcantonio, lamenta que los cardenales son menos visibles desde los funerales del jesuita argentino.
"Normalmente recibimos a muchos cardenales, pero no en estos días. Hay demasiados periodistas y no salen", comenta.
Según las fotos colgadas en las paredes de "L'Arena del gelato", justo al inicio de la Via Borgo Pio, hay posibilidad de cruzarse con un "hacedor de papas" al mismo tiempo que se degusta un helado.
En una de ellas Giuseppe Longobardi, dueño del local, posa junto al cardenal canadiense Thomas Christopher Collins, que sostiene un cucurucho de helado en la mano.
"Desde hace 13 años han venido muchos cardenales, obispos y arzobispos. Ayer estuvo el cardenal de Nicaragua, vestido como un simple sacerdote", cuenta Giuseppe. Leopoldo José Brenes Solórzano pidió "un helado de vainilla en vasito", abunda su hermana.
Pero el producto estrella de "L'Arena del gelato", que ofrece 24 sabores, es el "vaticono", una especie de crep recién hecho y enrollado en forma de cucurucho ("cono" en italiano), que sirve de recipiente para las bolas de helado.
Si bien la heladería creó hace trece años el sabor "dulce de leche" en homenaje a la elección del papa Francisco, originario de Argentina, no hay nada previsto por ahora respecto a su eventual sucesor.
J.Jackson--PI